
Los antiguos hablaban con frecuencia del concepto de carpe diem, es decir, de vivir el momento. Lo cierto es que se ha asociado a una actitud meramente hedonista cuando, en realidad, este concepto quiere transmitir mucho más. No en vano, las personas podemos disfrutar del momento incluso cuando cumplimos con nuestras obligaciones. Aquí te explicamos cómo se podría asumir esta actitud para ser más feliz y disfrutar de los buenos momentos.
Vivir el momento, felicidad y disfrute
Una buena actitud para vivir el momento es la consistente en disfrutar de lo bueno que te trae la existencia. Una buena comida en familia, un partido de fútbol, una visita a un museo o el cultivo de una afición son buenas “excusas” para tratarte bien. Sin embargo, no es en absoluto el único contexto de disfrute.
Erróneamente, muchas corrientes de pensamiento han asimilado esta actitud a la indolencia o, aún peor, al hedonismo nihilista. Nada más lejos de la realidad, puesto que el nihilismo acaba trayendo infelicidad de forma inexorable. Por lo tanto, se trata de que el disfrute sea temporal y que no esté reñido con las responsabilidades que trae la vida.
No anticipes
Otro aspecto fundamental, cuando se habla de carpe diem, tiene que ver con no anticipar. Muchas personas desarrollan estados depresivos o de ansiedad, precisamente, porque anticipan situaciones traumáticas. Esta realidad resulta complicada, dado que la persona sufre por partida doble o triple situaciones que no puede controlar.
Por otra parte, sería bueno que ejercitaras la capacidad de no preocuparte por el disfrute. Un problema recurrente radica en que, en ocasiones, las personas se sienten culpables por pasarlo bien. Preguntas como “debería estar haciendo X” rondan por la cabeza y resultan perturbadoras.
Vivir lo cotidiano
Finalmente, convendría decir que el disfrute del momento no se limita al ocio. Hay personas que disfrutan, y mucho, con su trabajo. Esta es, también, una buena oportunidad para fluir y desarrollar habilidades. La idea de que vivas el momento se aplica, también, a lo cotidiano.
Por lo tanto, cuando se dice que vivas el momento se quiere transmitir, sobre todo, que no te preocupes más de lo necesario por el futuro. Se quiere transmitir, también, que disfrutes de las pequeñas cosas que aporta la vida. En definitiva, se pretende que seas más feliz y que el día a día no te resulte más pesado de lo que es.
Conclusión
Si quieres vivir el momento, es suficiente con no preocuparte. Recuerda que todos necesitamos algo de juego y diversión, y no te tienes por qué sentir mal por ello. Todos tenemos un niño pequeño dentro que desea jugar, disfrutar, compartir y sentirse feliz. Hacer lo que te gusta y disfrutarlo es muy saludable. El resultado es que, a la larga, notarás que te sientes mejor y más expansivo.
Hay ocasiones en las que estas habilidades se olvidan, aunque las tengamos activas en nuestro ser. Quizás sea un buen momento para ejercitarlas y recuperarlas. En Emocodificación te podemos echar una mano porque impartimos sesiones de coaching emocional que te ayudarán a empoderarte.