
No es nuestra intención repetir frases de perogrullo y sabemos que muchos de vosotros diréis que ya sois conscientes de que todo tiene una razón de ser. Sin embargo, el objetivo en este artículo es explicarlo mejor, de manera que pueda ser de ayuda. Al final, lo importante no es conocer algo, sino interiorizarlo.
Más que de casualidades, convendría hablar de razones primarias
Hay ocasiones en que un evento de la vida nos parece casual o fortuito. En un primer momento, no le encontramos ninguna conexión con lo que nos pasa. En el peor de los casos, consideraremos que es profundamente injusto y que no nos lo merecemos. Bueno, lo cierto es que conexión habrá siempre, otra cosa es que la identifiquemos.
Lo cierto es que en la vida hay situaciones justas e injustas, de la misma manera que hay gente buena y mala (aunque de esta hay poca). Para nosotros lo fundamental ha de ser que, sin dejar de asumir esa realidad, podamos abrir nuevas expectativas. Es muy respetable que una persona viva el sentimiento de injusticia, pero si lo hace toda la vida quizás no resulta demasiado útil. La gente que entra en una espiral de amargura sin límite acaba marginándose de la sociedad. Si tú no deseas eso, te conviene entender por qué suceden las cosas.
En consecuencia, de lo que se trata es de ver que, si acumulamos un gran número de situaciones, no suele ser por casualidad. Si en tus relaciones personales siempre das con gente que te maltrata, no es una casualidad. Lo mismo sucede si en el trabajo siempre cobras poco dinero porque interactúas con la misma clase de superiores. De la misma manera, si en tu profesión tiendes a tener éxito y a que se te acumulen las propuestas interesantes, es porque atraes de alguna manera eso.
Si todo tiene una razón de ser, ¿Qué puedo hacer?
Si ya has llegado a la conclusión de que todo tiene una razón de ser, vas por el buen camino. La idea principal es que nosotros podemos hacer mucho por cambiar determinadas dinámicas que no nos van bien. Una de las claves de las consultas que realizamos en Emocodificación y Sanación Genética es, precisamente, que seas consciente.
Pregúntate por qué te ves en situaciones que no te gustan o por qué aparecen desafíos nuevos en tu vida con los que no contabas. Proyectar situaciones positivas en tu vida es una opción interesante. Por otra parte, afrontar las situaciones inesperadas desde el optimismo ayuda mucho. Igualmente, ganar en asertividad y cortar con lo que no te gusta también te ayudará a minimizar las situaciones negativas. Como puedes ver, hay muchas formas de reaccionar y, en parte, dependen de ti.
La sociedad está llena de personas que han visto en tragedias una oportunidad para sobreponerse. Esas causalidades te sirven para dar un paso adelante. Te recomendamos que tengas en cuenta ese valor. En Emocodificación y Sanación Genética queremos que sanes esa herida interior que ha quedado ahí para que veas que todo tiene un motivo.