La mayoría de las personas no estamos acostumbradas a poner límites. No en vano, la socialización recibida nos indica que está mal decir que no o que es malo no ayudar a los demás. Aunque la mayoría de las veces esta consideración es correcta, sí es bueno saber cuándo decir “no”. Te explicamos mejor cuáles son los contextos para que una negativa sea útil.
Decir “no” no tiene por qué hacerte sentir culpable
La vida es optar y, en muchas ocasiones, no estamos de acuerdo con algo. También puede suceder que no seamos partidarios de una decisión y que tengamos que expresarlo.
Es importante que recuerdes algo, y es que no es bueno para la salud hacer algo con lo que no estás de acuerdo. En el mejor de los casos, habrá una falta de coherencia en tus relaciones personales y, en el peor, se puede llegar a somatizar esta contradicción. Muchas personas se pasan la vida aguantando situaciones inaguantables hasta que un día revientan. Lo aconsejable es no llegar nunca a ese punto crítico.
En consecuencia, decir que no y poner límites es ya una cuestión de salud. Te explicamos cómo hacerlo si no tienes mucha práctica. Estamos convencidos de que notarás la diferencia y tendrás una vida mejor. No en vano, este tipo de recursos son muy útiles para quien quiere dar un paso adelante y mejorar cosas en su vida.
Cómo poner límites con garantías
En primer lugar, para poner límites es bueno que te plantees por dónde pasas y por dónde no estás dispuesto a hacerlo. Hay veces que los límites pueden ser excusas y el acomodamiento no es una buena opción. Lo fundamental, pues, es que seas honesto con lo que piensas y con lo que sientes.
En segundo lugar, conviene que expreses tu negativa de manera firme, pero sin alterarte. Esta es la forma de transmitir una decisión sin que se pueda alegar descontrol. Cuando se transmite seguridad, evitamos que los manipulen. Verás cómo, cuando lo practiques unas cuantas veces, será mucho más fácil.
Finalmente, es importante indicar que, si te faltan al respeto, no tienes por qué tolerarlo. Las negativas son el elemento de empoderamiento principal que tienes, de manera que te interesa no dar un paso atrás con ello.
Conclusión
Lo que sucede cuando empiezas a poner límites es que se aclaran las cosas en tu vida. Notarás que se aleja un tipo de personas y se acercan otras. Por regla general, delimitar bien sirve para tener una vida social más satisfactoria y plena. Cuando conseguimos ser asertivos, se facilitan muchas cosas en la vida. Tomar decisiones racionales y, sobre todo, de acorde con lo que sentimos, nos ayudará a ser felices.
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