La idea de poner límites es importante para que puedas vivir en plenitud. ¿Tienes problemas y no sabes cómo establecerlos? Tranquilo, esto es algo que le pasa a mucha m´`as gente de la que te piensas. Este artículo te indica algunas pautas que puedes aplicar.
Las posibilidades de poner límites: cómo hacerlo para no tener problemas
El establecimiento de límites es importante en todos los sentidos. Esto sirve para la salud psicológica, pero también física. Y es fundamental dejar claro que las personas que ponen límites no tienen por qué ser egoístas e insolidarias; al contrario, poner límites es un síntoma de madurez.
¿Cuál es el problema de una persona que no sabe poner límites? Fundamentalmente, hay dos consecuencias negativas. En primer lugar, el hecho de que se sentirá mal consigo misma a la larga porque no tendrá el control de su vida. El segundo aspecto negativo es que, a la larga, esta situación es difícilmente sostenible y, cuando se responda, se hará de una forma poco apropiada.
Este es un círculo vicioso porque una persona, si ve dificultades para relacionarse, tenderá a aislarse. Por eso es relevante que sepas fijar límites en su momento. Las principales acciones que puedes ejecutar son las siguientes:
1. Decir “no” cuando te apetezca
Esto quizás sea una obviedad, pero no está de más recordarlo. La asertividad es la mejor aliada para establecer límites. Y decir “no” cuando lo consideres oportuno es una buena manera de no acumular rencor o rabia que, en el futuro, puedan resultar contraproducentes.
Asumir que tenemos unas necesidades y que eso no es sano nos ahorrará muchos problemas. Evidentemente, esta acción tiene que realizarse desde la conciencia, no desde el capricho; si es así, te irá mejor.
2. Negociar si consideras que una situación está desequilibrada
En ocasiones, una situación empieza siendo razonable, pero, con el tiempo, hay un desequilibrio. Si sucede esto, lo que se impone es renegociar los términos de una relación o de una situación. Piensa que, si no lo haces, cada vez resultará más incómoda y/o insoportable.
Una de las problemáticas más recurrentes está, precisamente, en el deslizamiento de una situación aceptable a otra que no lo es. Por lo tanto, replantear los términos o cortar, si es necesario, es una cuestión de salud.
3. Cambiar de criterio si crees que las condiciones han cambiado
La asertividad pasa, también, por cambiar de opinión porque tus condiciones de partida han cambiado o, simplemente, porque consideras que has de hacerlo. Y establecer límites ha de ser algo que, en última instancia, has de decidir tú.
El cambio de criterio es muchas veces un límite, pero es necesario para ti. Lo único que sí que te recomendamos es que eso obedezca a algo bueno para ti, no solo a corto plazo.
Conclusión
La capacidad de poner límites es crucial para que seas feliz. ¿Te cuesta ponerte en tu sitio? ¿Crees que necesitas una ayuda para cambiar patrones que resultan nocivos y sanarlos? ¡Contáctame! En Emocodificación te puedo ayudar.