Lo habitual es hablar de Año Nuevo, Vida Nueva, pero en este caso queremos ir más allá. Este es un tiempo de nuevos comienzos y nos interesa hablar sobre cómo aprovecharlos. Toma nota.

Los nuevos comienzos: cómo aprovecharlos en nuestro favor

La idea de comienzo está sujeta a la de cambio y esto, por lo general, genera incertidumbre. Dependiendo de tu edad, o de la resiliencia que tengas, probablemente te costará más o menos afrontar nuevos comienzos. Eso sí, hay unas pautas que te pueden ayudar a que el proceso sea más sencillo; son las siguientes:

1. Proyecta un objetivo

Lo primero que tienes que hacer es proyectar un objetivo. Y esto, en definitiva, consiste en saber lo que quieres hacer y hacia dónde quieres ir. Por lo tanto, lo recomendable es que lo detalles y, si lo tienes que plasmar en papel, mejor que mejor. No en vano, hay que señalar que, sin un objetivo claro, las probabilidades de equivocarte se multiplicarán.

2. Planifica

Cuando inicies algo, haz una planificación exigente, pero que puedas cumplir. La hoja de ruta tiene que ser tu pauta para saber lo que tienes que hacer. Esto sirve para una dieta, para ir al gimnasio, para tu trabajo e, incluso, para tus relaciones. Si no tienes en cuenta todas estas cuestiones, te resultará más difícil alcanzar tus objetivos y lo peor es que malgastarás esfuerzos. 

3. Cumple

Esto es obvio, pero tenemos que decirlo :). La principal idea es que te ciñas a la planificación que tengas para que alcances tus metas. No busques excusas, no busques “peros”, y si un día puedes hacer un poquito más porque tienes tiempo libre y no tienes nada mejor pendiente, hazlo. Lo cierto es que, a la larga, verás cómo esta actitud te hace conseguir lo que quieras antes de tiempo. 

4. Cambia sobre la marcha lo malo

Es relativamente común que, cuando estamos en marcha, nos encontremos con problemas o cuestiones a modificar. Si esto no desvirtua el proyecto inicial, hazlo sin miedo. Piensa que, al final, de lo que se trata es de afinar a través de la práctica. Eso sí, no te hagas trampas al solitario y asegúrate de que los cambios son necesarios. 

5. Si te has equivocado por completo, no te empecines

Esta es la parte más desagradable por todo lo que implica, pero no por ello hay que dejar de mencionarla. Los proyectos pueden salir mal, pueden aparecer cuestiones sobrevenidas que nos obligan a aparcarlos o, simplemente, basarse en errores que no captamos al principio. Bien, si te das cuenta de que tu propósito no da más de sí, cuanto antes lo abandones, mejor. Muchas personas pierden grandes cantidades de dinero, tiempo y salud por empecinarse.

Conclusión

Los nuevos comienzos son una oportunidad y, cuanto mejor preparados estemos, más fácil lograr lo que nos propongamos. Lo cierto es que empezar algo es apasionante, pero no tiene que ser flor de un día. En Emocodificación te ayudo a sanar heridas que generan obstáculos que te impiden avanzar. No dejes de contactarme.

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