Es una realidad que la familia no se elige, sino que nos viene impuesta. Por este motivo, es relativamente habitual que haya fricciones porque no tenemos la misma afinidad con cada miembro de la misma. Ahora bien, mantener unas buenas relaciones, dentro de unos límites, siempre es satisfactorio. Afortunadamente, son cada vez más las personas que ven que no siempre hay que decir “sí” a todo. En el artículo te explicamos cómo puedes mejorar los vínculos con tus familiares.
Pautas para relacionarse con la familia
En primer lugar, es importante que identifiquemos qué miembros de la familia aportan y cuáles no. Esto es importante porque, una vez que lo tengamos claro, las decisiones a tomar variarán. Al final, lo importante es empoderarnos para gestionar los vínculos con la familia de manera que no nos perjudiquen. Muchas veces, no hacemos lo que sentimos por miedo al “qué dirán”. Eso hay que desterrarlo.
Por ejemplo, si un miembro de la familia es tóxico, no deberías dedicarle más tiempo del estrictamente necesario. Si ese nivel de toxicidad te llega a hacer daño siempre que hablas con él, quizás sea el momento de cortar. Siempre estamos a tiempo de tomar decisiones que nos ayuden a sentirnos mejor. Es mejor cortar con alguien que siempre te va a hacer daño que reírle las gracias. Piensa que, al final, vas a ser tú quien se sienta peor.
Luego nos encontramos con el caso de personas neutras que solo vemos de vez en cuando. Ese primo con el que no hablas en todo el año o el cuñado con el que no tienes mucho en común. Si tienen relación con un ser realmente querido y no te hace daño, el consejo es que tengas vínculos cuando correspondan. Por lo general, la típica reunión familiar por un evento importante será suficiente. Hablamos de compromiso que se pueden cumplir sin demasiadas dificultades.
Finalmente, es importante decir que los vínculos con familiares que nos son gratos o con los que hay simpatía hay que fomentarlos. En este sentido, tú tienes una parte de responsabilidad en cultivarlos y en darles la frecuencia que merecen. No olvidemos que, aunque sean familia, también tienen sentimientos y ego. Sobre todo, cuando se trata de gente mayor, deberías hacer un esfuerzo. Dar una llamada de vez en cuando o hacer una visita son dos alternativas interesantes.
Conclusión
Quizás te convenga hacer examen de conciencia y plantearte si has estado haciendo lo que querías. Por este motivo, a veces puede ser bueno dar una vuelta a tu relación con la familia. Es posible mejorarla o quizás, simplemente, lo que quieres es soltar lastre. Lo principal es que seas feliz y, en ocasiones, los caminos que hay que seguir para lograrlo son diferentes.
También puede suceder que no te atrevas a dar pasos necesarios por miedo o falta de autoestima. En este caso, quizás sea bueno descubrir qué sucede y sanarlo. En Emocodificación y Sanación Genética te podemos ayudar a que estos procesos sean más sencillos para ti.