
Es un lugar común decir que las personas toman malas decisiones. Lo que conviene saber, sin embargo, es el porqué. Te sorprendería saber hasta qué punto la casuística de los errores puede ser variada.
Las razones de tomar malas decisiones
Una decisión mal tomada puede serlo a priori o a posteriori. Es decir, se puede dar el caso en el que las personas se equivoquen en el enfoque pero, también, que tomen un error aunque el enfoque planteado fuese el correcto.
Lo cierto es que, si quieres evitar las consecuencias de una mala decisión, el porqué es fundamental. Esto permite cambiar si vemos que nos estamos equivocando y, sobre todo, nos ayuda a minimizar errores en el futuro.
Los siguientes casos son paradigmáticos y proporcionan una información interesante. Toma nota, porque esto no está de más:
Información sesgada o incorrecta
El principal problema aparente es el de no tener una buena información. Esto puede deberse simplemente a la falta de conocimiento o a contar con una información sesgada. Ambos casos son negativos porque las probabilidades de equivocarse se multiplican.
No ha de extrañar, por ejemplo, que los Planes de Negocio sean documentos fundamentales para abrir un negocio. Estos documentos han de disponer de datos de calidad y actualizados.
Soberbia
La soberbia puede ir de la mano de la mala información o de la inconsciencia. En cualquier caso, parte de la desvalorización de lo que tiene delante la persona, sea un obstáculo o un adversario. Si bien el ego es necesario para afrontar desafíos, si está desenfocado puede ser letal.
El problema de estas situaciones es que pocas personas reconocerán que son soberbias. Esto hace que, en muchas ocasiones, solo se pueda ver este error desde fuera y, con suerte, por seres queridos.
Inconsciencia
La inconsciencia parte de un desconocimiento voluntario o involuntario. Esta situación es habitual es las personas con algún tipo de trastorno psicológico, mental o emocional. Por lo tanto, una persona que tome decisiones desde la inconsciencia, probablemente se equivoque.
La inconsciencia puede deberse, en ocasiones, a un exceso de entusiasmo. Es por ello que no convendría tomar decisiones cuando tenemos la mente nublada, sea para bien o para mal.
Miedo
Las personas con miedo suelen equivocarse a menudo. No en vano, has de tener presente que esta emoción nos paraliza. Por lo tanto, convendría saber si no se toma una decisión por este factor.
El miedo es fácil de detectar; lo que sucede es que, en ocasiones, no se sabe distinguir si la decisión se debe a ello.
Falta de constancia
La falta de constancia es el principal error a posteriori que se puede cometer. El enfoque tomado puede ser correcto o incorrecto, pero a veces hay que mantener una constancia durante meses o años para lograr un objetivo.
En consecuencia, conviene señalar que este es un problema importante. Las personas con buena imaginación pero con poco ánimo de trabajar acabarán teniendo problemas.
Conclusión
Las malas decisiones pueden estar motivadas, como puedes ver, por diversas razones. ¿Te equivocas a menudo y piensas que no tiene mucho que ver con la información que manejas? Quizás hay algo que gatilla en tu inconsciente que te impide avanzar. Este es el momento de evitar grandes problemas en el futuro.
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