Lo cierto es que los conflictos de pareja en vacaciones son un lugar común y vale la pena echar un vistazo a lo que sucede. ¿Quieres saber más? Este artículo te proporciona más detalles para conocer mejor estas situaciones.

¿Qué tipo de conflictos de pareja se dan en la época de vacaciones?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que muchos conflictos de pareja en vacaciones ya existían antes. Y esto es importante, porque el hecho de que la época estival sea un disparadero da lugar a un cierto confusionismo acerca de los orígenes.

Las vacaciones, per se, no son malas. Lo que sí hay que tener presente es que, ante determinados contextos, es más probable que haya conflictos difíciles de manejar. Es por ello que conviene, y mucho, que echemos un vistazo de los conflictos más recurrentes.

Podríamos, pues, distinguir los siguientes conflictos que se dan durante la época vacacional:

Conflictos pasados puestos en sordina

Las parejas, sobre todo si las dos personas trabajan, no suelen tener demasiado tiempo para convivir. Y es relativamente común que, ante problemas que se perciben como secundarios o poco urgentes, las personas decidan ponerlos en sordina. Lo que sucede es que, cuando sí existe ese tiempo para convivir durante todo el día, es más probable que los conflictos salgan a la luz.

La realidad, pues, es que la situación problemática en la pareja ya existía, con mayor o menor importancia. Simplemente, sucede que no se había puesto el foco en ella porque había otras urgencias. El resultado es que, muchas veces, puede sorprender la eclosión del conflicto.

Conflictos que se magnifican

Los conflictos que se magnifican son otro de los problemas recurrentes. Y, en este caso, hay que señalar que sí existe una situación complicada en la relación y que, además, las dos personas son conscientes. En este caso, las vacaciones se consideran una oportunidad para solucionar problemas, pero acaban generando problemas.

La realidad, pues, es que estos conflictos se magnifican porque no ha habido un diálogo franco y sincero para resolver las diferencias. Por lo tanto, cuando estas se manifiesten, probablemente lo harán de una forma más frustrante para las dos personas.

Problemas latentes en una de las personas

Es cierto que una pareja es cosa de dos, pero, en ocasiones, el conflicto está en una persona: una depresión, exceso de estrés u otros problemas pueden generar conflictos en la convivencia vacacional. Y a eso le unimos el hecho de que las dos personas tienen más tiempo libre, es algo a tener en cuenta. Por lo tanto, aquí se impone la necesidad de tratar el problema o conflicto que tiene la persona afectada para que esto no eche al traste la relación.

Conclusión

Los conflictos de pareja en vacaciones suponen, al final, una problemática específica porque antes no se han tratado. Este es el motivo de tantos problemas y separaciones inmediatamente posteriores a las vacaciones. ¿Tienes dificultades en tus relaciones personales? En Emocodificación te puedo echar una mano. ¡No dejes de contactarme!

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