Por atavismo, tendemos a pensar automáticamente que los obstáculos que nos trae la vida no son buscados. El problema está en que, aunque en muchos casos es así, en otros sería conveniente tener en cuenta que nosotros podemos hacer mucho más.

El paradigma antiguo disocia determinados fenómenos naturales “incontrolados” de la realidad. Evidentemente, esta línea de pensamiento es muy interesante y da mucho que hablar, pero quizás haya otros elementos que no se han valorado lo suficiente a la hora de tomar decisiones. La aleatoriedad existe, evidentemente, pero yo no apostaría por ella como principio general, sino que buscaría explicaciones más profundas y que tengan una relación causa-efecto relacionada con lo que hacemos.

Un paradigma más realista es creer que somos nosotros los que generamos nuestra propia realidad y que, en cualquier caso, cuando se presentan este tipo de problemas es porque ha habido alguna intención nuestra que los ha puesto ahí. Pensar que nosotros creamos a partir del pensamiento es mucho más útil para nuestro proceso de crecimiento personal.

Es aquí, pues, donde empiezan los problemas. Un ejemplo muy claro está en aquellos contratiempos aparentemente inexplicables que surgen, bien cuando vamos a emprender algo, bien cuando ya estamos en el proceso. Algún imponderable es posible, pero si hacemos una estadística de probabilidades, veremos que, en algunos casos, no hay una correlación racional entre los problemas que surgen en pocos minutos y el esfuerzo que ponemos.

¿Qué ha sucedido? Simplemente, que nuestro inconsciente genera resistencias para no avanzar ni salir de la zona de confort. Por lo tanto, y si no se toma conciencia de lo que está sucediendo, lo más probable es que se sigan reproduciendo estos contratiempos. Por lo tanto, el primer paso es saber por qué se concentran los problemas. Cuando tomamos conciencia de lo que está sucediendo, a veces las situaciones inexplicables desaparecen porque ya hemos entendido el mensaje.

Hay que decir que, resistencias, vamos a tener siempre. Ahora bien, sí es posible gestionarlas de una determinada manera para que no se prolonguen. En cualquier caso, conocer el origen de las resistencias es fundamental para la toma de conciencia y que estas desaparezcan. A fin de cuentas, si no lo hacemos podemos pensar que ese mal es un tipo de maldición o, lo que es peor, fruto de la casualidad (si viéramos las probabilidades científicas de que se unan tantas casualidades, seríamos conscientes de la inviabilidad de ese pensamiento). Es imprescindible que, cuando se quieren buscar soluciones, se trabaje de forma honesta.

Las resistencias se generan en cualquier momento de la vida aunque, lógicamente, cuanto menor sea nuestra experiencia en resolver cuestiones, con más facilidad aparecerán. No obstante, y aunque seamos personas responsables y que afrontamos todos los problemas con seriedad, esto no es, en absoluto, garantía de que desaparezcan; lo que suele suceder es que se reproducen más sutilmente.

En Emocodificación y Sanación Genética estamos a tu disposición para que soluciones estos pequeños problemas del día a día y, así, tomar impulso para conseguir todo lo que te propongas.

Por NO Comment 31/05/2018

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