La mayoría de las personas tienen un cierto reparo ante algo nuevo. Esta situación no ha de ser extraña porque, al final, los humanos nos tenemos que relacionar con personas que no conocemos. La timidez es, pues, una actitud lógica y prudente. Hablaremos de los principales elementos que te permiten diferenciar esta actitud con un problema más serio.

Cómo diferenciar la timidez de un trastorno

La autopercepción de ser tímido es común. No en vano, hasta el 40 % de las personas se ven en este tipo de situaciones; eso sí, el calculo real es menor, de entre el 16 y el 25 % de la población. Lo que sucede es que, socialmente, tienen más impacto las personas extrovertidas. Sin embargo, sí hay algunos aspectos que nos permiten diferenciar entre la timidez y un trastorno de fobia social:

1. La no evitación del contacto personal

Una persona tímida puede sentirse algo nerviosa cuando conoce a alguien. La diferencia es que las personas con fobia social tenderán directamente a evitar estas situaciones. Este es, probablemente, el principal matiz que permite distinguir una situación de otra. La persona con fobia social quiere evitar las situaciones que le hacen daño.

Una persona con fobia social suele ser solitaria porque evita los eventos sociales. Si la invitan a una fiesta, es extraño que vaya si no es un allegado muy próximo. Los demás lo considerarán como falta de educación, pero en realidad es otra cosa.

2. Grados de somatización distintos

Recuerda que casi nadie toma decisiones irracionales, tampoco quien padece de fobia social. Es importante señalar que las somatizaciones se dan por igual entre personas con timidez y las que tienen fobia social. Lo que sucede, en estos casos, es que las somatizaciones suelen generar ansiedad, taquicardias y, en definitiva, un cuadro muy desagradable. Este es uno de los motivos por los que la persona con fobia social evita las interacciones.

3. Frecuencia

Otro de los problemas asociados con la fobia social es la frecuencia. Este tipo de emociones se desbordan con una frecuencia alta y, por lo tanto, para la persona le resulta mejor no exponerse al contacto social. La timidez surge solo ante situaciones que se perciben como desconocidas o que nos pueden afectar.

¿Cuáles son las posibles soluciones?

Dependerá de si estamos ante una situación de timidez o de un trastorno. En el primer caso, un coach puede ser de gran ayuda porque aporta habilidades sociales. Los sistemas de sanación holística pueden, también, aportar su granito de arena.

Cuando estamos ante un trastorno, lo preferible es pedir ayuda especializada porque, en casos extremos, puede ser necesaria la medicación u otras pautas. Distinguir las dos situaciones es importante porque, a partir de ahí, podemos establecer posibles soluciones.

Conclusión

La timidez se puede vencer si se pone voluntad y se siguen determinadas pautas. En Emocodificación te podemos echar una mano para que puedas mejorar tus relaciones sociales. Esta es la manera de que seas más feliz y asertivo. Te animamos a que nos consultes todas las posibilidades que te podemos ofrecer.

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