
La soledad es un de los temas de debate recurrentes. Hoy la sabiduría popular indica que este modo de vida es negativo. Por otra parte, hay quien defiende esta posibilidad porque aporta libertad. Lo más correcto es realizar una valoración ponderada de las distintas ventajas e inconvenientes. Este artículo da ventajas e inconvenientes y sirve para que se haga un análisis ponderado.
La soledad como situación vital
Hoy hay millones de personas que viven solas, ya sea por una situación sobrevenida o por decisión propia. Lo primero que conviene señalar es que nos es ánimo de este artículo hacer ningún juicio de valor porque, sinceramente, consideramos que hay varios grados de soledad y, sobre todo, una consciencia de la misma.
La soledad en la Tercera Edad
La soledad en la Tercera Edad suele ser sobrevenida y se da por situaciones de viudedad o de un divorcio tardío. Muchas personas no tienen hijos o, si los tienen, viven lejos y hay poca relación. Esta soledad no suele ser elegida, es inercial y responde a una situación problemática. Por lo tanto, no ha de extrañar que sea motivo de preocupación social. El objetivo es que los mayores no tengan carencias afectivas en esta etapa de su vida.
Las personas mayores que están solas suelen sufrir por la falta de interacción de los demás. A excepción de aquellos individuos que ya tenían una vida social diversa, lo normal es que los mayores se retraigan. Algunas enfermedades como el Síndrome de Diógenes están íntimamente ligadas a esta soledad.
La soledad en la juventud
La soledad durante la juventud responde a dos perfiles distintos. En primer lugar, el de aquella persona que ha tenido problemas de relación con el entorno, ya sea por timidez o por cualquier otra circunstancia. Por otra parte, está el caso de aquellas personas que eligen vivir solos por elección, aunque tienen una vida social e, incluso, han pasado por relaciones de pareja.
El principal elemento que hay que considerar es la asertividad. En el primer caso, la soledad es sobrevenida y se vive como un problema. Por otra parte, en el segundo caso se elige vivir solo desde la consciencia y el conocimiento previo de cómo funcionan las relaciones humanas.
Conclusión
Vivir en soledad no es malo para la persona, pero siempre que esta sea elegida y desde la consciencia. El problema está en que muchos seres humanos no tienen compañía afectiva o social aunque desearían tenerla. Es en estos casos en los que conviene tomar las medidas necesarias para evitar situaciones de sufrimiento.
El autoconocimiento permite sanar viejas heridas, ganar confianza y afrontar las situaciones. A muchas personas les viene bien el coach emocional porque, de esta forma, son capaces de afrontar otras situaciones. Emocodificación proporciona herramientas para que puedas conseguir aquellas metas que te propongas. El objetivo final es que dispongas de recursos para afrontar las situaciones vitales con garantías.
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