La primavera es una época de cambios en varios sentidos y puede, en ocasiones, resultar un tanto perturbadora. ¿Quieres saber cómo influye y cómo aprovechar esta época de cambio? Aquí se dan algunas claves.
Los cambios que experimentamos durante la primavera
Los cambios durante la época primaveral que experimentamos en nuestro organismo son de varios tipos. Hay que destacar los siguientes:
1. Cambios hormonales
Los cambios hormonales pueden hacer que estemos más inquietos o activos. Esto no ha de extrañar porque el frío del invierno favorece el recogimiento y, cuando este termina, el cuerpo quiere recuperar su nivel de actividad habitual.
Este es, probablemente, el aspecto más polémico o al que tenemos que prestar más atención. Es normal que nos sintamos inquietos, con la libido más activa o que necesitemos canalizar las energías. La respuesta tiene que ser adaptar nuestra actividad a esta respuesta del organismo. Y lo bueno es que, cuanto antes lo hagamos, menos problemas tendremos. La inmensa mayoría de las veces, los cambios dependen de nosotros.
Si hacemos un ejercicio de memoria, tendremos presente que las plantas empiezan a brotar en primavera. La acción del sol es fundamental para la vida, y esto sucede tanto en vegetales como en los animales y seres humanos.
2. Alergias y resfriados
El cambio de estación favorece el desarrollo de alergias y resfriados, sobre todo los dos primeros meses. Las razones son obvias, la floración y los cambios bruscos de temperatura. Por lo general, hasta bien entrado el mes de mayo no se estabilizan las temperaturas.
Para algunas personas, estos cambios pueden desarrollar problemas físicos. Por lo tanto, es conveniente que los tengas identificados y, en ese caso, que tomes medidas con la debida anticipación. Así podrás minimizar los efectos negativos y quedarte con lo mejor de esta época.
Es bueno que tengas en cuenta que estos cambios se dan, por igual, en adultos y niños. Por lo tanto, una buena actitud es ser consciente de esta circunstancia y no luchar contra ella más que tomando las precauciones convenientes.
3. Otros trastornos físicos
Los trastornos físicos derivados de los cambios de temperatura son mucho más variados. Desde conjuntivitis a rinitis, pasando por infecciones gástricas, asma o sinusitis. Como principio general, estará bien que ingieras alimentos que refuercen tu sistema inmunológico.
Lo cierto es que las reacciones van a depender de cada organismo. Por lo tanto, no podemos indicar una pauta general, más allá de dar buenos consejos para que las consecuencias sean lo menos molestas posible.
Dicho esto, conviene tener en cuenta que, en muchos casos, lo que hace el cambio de estación es agravar situaciones o tendencias ya existentes. Esto implica que unos buenos hábitos reducirán las probabilidades de tener problemas.
Conclusión
La primavera la sangre altera, dicen, y algo de razón hay en ello. Sea como fuere, si tienes buenos hábitos y estás en equilibrio, no tiene por qué alterarte más de la cuenta J. ¿Te ha interesado este artículo? En Emocodificación nos encanta hablar de desarrollo personal, así que en nuestro blog aportamos información