El estrés es una reacción adaptativa del organismo ante situaciones que percibe como peligrosas y, aunque es bueno en determinadas cantidades, a partir de cierto nivel es patológico. Fundamentalmente, son dos los perjuicios de padecer más estrés del recomendable.

En primer lugar, una persona permanentemente estresada tendrá más posibilidades de padecer dolencias cardiovasculares y no se podrá concentrar igual para realizar sus tareas. En consecuencia, lo tiene más difícil para la vida en general.

Pero es que, además, el estrés desbocado contribuye al desarrollo de determinadas enfermedades a largo plazo, de manera que, por una cuestión de salud, conviene moderar esos niveles.

Sin algo de estrés es difícil que salgamos de la zona de confort y que afrontemos nuevos retos pero todo tiene que venir en su justa medida. En la sociedad de hoy va a ser inevitable enfrentarse a nuevas situaciones de vez en cuando y, en consecuencia, determinados niveles de estrés son saludables, dentro de lo razonable.

Ahora bien, es importante recordar que, cuando organismos como la OMS asumen que la mayoría de las dolencias que se desarrollan tienen algún tipo de origen psicosomático, es que algo hay que hacer para evitar que los nervios se desboquen. Un exceso de estrés no es bueno ni a corto ni a largo plazo porque no cumple la función para la que nació.

Esto es especialmente importante, porque olvidamos que la naturaleza es muy sabia y que, en consecuencia, el organismo humano no está preparado para experimentar situaciones de estrés todos los días y a todas horas. Por lo tanto, el estrés es una reacción excepcional que responde a circunstancias excepcionales. La buena noticia es que, por regla general, cuando hemos hecho algo nuevo con éxito, lo normal es que los niveles de estrés bajen exponencialmente y que no nos encontremos con esta sensación hasta que aparezca una nueva situación igualmente desafiante.

Evidentemente, las consecuencias de un exceso de estrés se transmiten a nuestras células y, en consecuencia, esa información hace variar nuestra biología. Esto es especialmente importante porque nosotros consideramos que, en esencia, somos perfectos. En cualquier caso, son los avatares de la vida los que modifican y los que hacen que nos cueste más enfrentarnos al día a día. Por lo tanto, se trata de que recuperemos el equilibrio original que nunca debimos perder.

Ahora bien, existen algunos elementos que has de tener en cuenta en estos casos. En primer lugar, que, aunque siempre vas a tener un cierto estrés y es positivo que exista, las manifestaciones exageradas tienen un motivo algo más profundo. Claro que tenemos miedo ante algo nuevo, pero cuando sentimos que hay delante una montaña infranqueable, quizás nos tengamos que plantear qué situaciones de nuestra infancia o adolescencia se están reproduciendo.

En Emocodificación y Sanación Genética te ayudamos a localizar las causas que te han generado tu estrés permanente y a sanarlas. De esta forma, ganarás en calidad de vida y evitarás el desarrollo de enfermedades en el futuro.

Por NO Comment 08/01/2018

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