
Muchos consideran que esperar es el equivalente a procastinar. Es muy importante dejar claro que ambos conceptos no tienen por qué coincidir en absoluto. Por lo tanto, es fundamental cómo tomes tú cada situación para poder señalar si algo es bueno o no para ti. Si no tienes claras estas cuestiones, quizás tendrás que emplear una energía mucho mayor que no sea productiva. En este artículo te explicaremos con detalle por qué puedes sacarle el máximo partido a tus esperas, entendiendo qué hay detrás de ellas.
Saber esperar es saber elegir
Aunque la vida está llena de buenas oportunidades, estas a veces no aparecen cuando lo deseamos. Si actuamos desde la premura o la ansiedad, es posible que no consigamos nuestros objetivos en un primer momento. Muchos proyectos de negocios o de pareja fracasan por no saber elegir cuando corresponde. Por esa razón, y por una cuestión de gestión de recursos, conviene no precipitarse.
La espera también se puede aplicar en el caso de las carreras universitarias y aquellos esfuerzos prolongados en el tiempo. Ahora bien, está claro que no tiene el mismo significado que esperar sin más, porque aquí se requiere una actitud proactiva. Por lo tanto, aquí la espera no es sino la manera de garantizar unos buenos resultados fruto del esfuerzo. Todos estos aspectos son importantes porque aportan un elemento de importancia para alcanzar un objetivo.
Desgraciadamente, hay una cierta confusión con el significado de la idea de esperar. De manera que conviene entender bien en qué consiste para sacarle el máximo partido. Lo cierto es que la espera bien enfocada te puede ayudar, y mucho.
¿Por qué el concepto de esperar tiene tan mala prensa?
En primer lugar, porque no se ha explicado bien lo que se quiere decir. Una espera prolongada en el tiempo y pasiva es, efectivamente, perjudicial. Máxime en una sociedad como la actual en la que tienes que moverte y ser activo para conseguir un objetivo. Si te dedicas a esperar sin tener un objetivo claro, lo más probable es que salgas mal parado.
Mención aparte merecen las opciones a las que estás jugando derivadas de las esperas. Si entiendes la espera como la búsqueda de una oportunidad que valga la pena o la constancia, vas por el buen camino. La experiencia me dice que la persona que es consciente de estas limitaciones le saca partido a su vida.
Conclusión
Esperar cuando toca te ayuda a elegir bien y, sobre todo, a direccionar la energía de la manera adecuada. No tiene mucho sentido quemarte hasta la extenuación sin perspectivas de éxito. De lo que se trata es de utilizar tu fuerza para propósitos productivos en cualquier ámbito. Por este motivo, la espera bien gestionada es un aliado que te puede ayudar, y mucho. Si necesitas asesoramiento especializado, nosotros te podemos ayudar.
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