Elegir una profesión es un hecho de suma importancia y cuyas razones, en ocasiones, se escapan de lo racional. Lo cierto es que los estudios sobre genealogía dan coincidencias sorprendentes y, por ello, no está de más disponer de esta información. Al fin y al cabo, nada en la vida es porque sí.
Razones para elegir una profesión
Más allá de las cuestiones de mera subsistencia, no es un secreto que muchas profesiones se eligen por motivos que, en apariencia, no tienen sentido.
Los estudios de Anne Ancelin, en su día, y de Alejandro Jodorowsky, han sido reveladores para entender hasta qué punto somos leales a un clan. Puede parecer ridículo, pero lo cierto es que hay unas dinámicas que conviene tener en cuenta.
Ahora bien, para poder hacer un juicio justo, vamos a hacer un resumen de las distintas razones:
1. Vínculos familiares
En el pasado, y hasta no hace tanto, determinadas profesiones se heredaban de padres a hijos. Los campesinos eran hijos de campesinos, los médicos lo eran de otros médicos y así en la mayoría de las profesiones. Hay que decir que, hasta la década de 1950-1960, era una práctica habitual en España.
Hoy esta situación sigue dándose pero, por lo general, tiene más que ver con la decisión voluntaria de los hijos que, o bien conocen la profesión por ver a sus padres, o bien les atrae. En estos casos, suele ser una ventaja competitiva interesante.
2. Reparación de injusticias
Uno de los aspectos más sorprendentes y que se descubrió gracias a la integración de los estudios de psicoanálisis y genealogía es que, en ocasiones, los hijos o nietos eligen profesiones para reparar injusticias que se originaron en el clan familiar. A muchos les sorprenderá, pero somos mucho más leales a nuestros padres y abuelos de lo que parece.
Un caso paradigmático es el del nieto que se hace cocinero en una familia que vivió escasez o el del médico que lo es porque sus familiares tuvieron graves problemas de salud. Ahora bien, como este tipo de casos hay multitud.
3. Vocación
La vocación es, probablemente, el gran desconocido de la elección de las profesiones. El gusto o la habilidad por hacer algo es lo que direcciona a muchas personas para hacer lo que les gusta. Hay que decir que algunos casos son auténticos misterios de los que no tenemos explicación. Este es, probablemente, el supuesto que más nos maravilla.
En consecuencia, no está de más saber que, muchas veces, hay un elemento de imprevisibilidad que no podemos controlar o conocer desde fuera si no parte de la propia persona.
Conclusión
Elegir una profesión es una de las decisiones más importantes de la vida. Por desgracia, hay muchas personas que trabajan en algo que no les gusta pero no saben el porqué. Desentrañar estas energías sutiles es interesante para empoderarnos.
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