
El rechazo es una circunstancia recurrente en la vida de muchas personas. Sin embargo, conviene distinguir entre los rechazos proactivos, que sirven para que uno mismo se respete y los rechazos humillantes. El artículo quiere hacer hincapié en aquellos rechazos que nos impiden avanzar como personas. Hablaremos de los efectos del rechazo y de cómo superar estas situaciones.
Los efectos del rechazo en las personas
El rechazo se puede vivir de varias maneras. Puede ser un simple “no”, pero también puede venir acompañado de expresiones despectivas. Muchas personas han oído frases como “eres un inútil”, “no vales para nada”, “eres un tonto”… que un adulto nunca debería decirle a un niño. Estas humillaciones se viven y quedan grabadas en la mente.
Las personas que sienten un rechazo humillante pueden vivirlo a cualquier edad. Sin embargo, lo que no hay que negar es que las situaciones traumatizantes que se dan durante la infancia y la adolescencia, si no se sanan, se reproducirán durante la edad adulta con mayor virulencia.
1. Infancia y adolescencia
La infancia y adolescencia es la época de conformar la personalidad. Este momento es importante para poner límites y, por lo tanto, es bueno que te digan “no”. El problema está cuando una persona recibe estos rechazos como una humillación, sean ciertos o no. Estas situaciones son complicadas y suponen un impedimento para millones de personas que interiorizan el rechazo.
Estas vivencias pueden tener causas diversas. En primer lugar, lo que suceda en el hogar y la falta de tacto de los padres. Por otra parte, una mala pedagogía en el centro de formación. Finalmente, cuando un niño es víctima de bullying.
2. Edad adulta
Un rechazo en la edad adulta puede ser más o menos doloroso, pero la mayoría de las veces se amplificará si se ha sufrido durante la infancia y adolescencia. Esto sucede porque el mecanismo cerebral que se activo con el rechazo infantil se reactiva. Si no sanas la situación cuanto antes, lo normal es que se reproducirá siempre que la revivas. El objetivo es evitar que esta situación empeore con el tiempo porque aquello que no se soluciona, persiste.
El detonante puede ser diverso, pero sí podemos poner algunos ejemplos. En primer lugar, la pérdida de un puesto de trabajo, sea merecida o no. El segundo motivo importante es el fin de una relación de pareja o una amistad. Finalmente, hay que hacer referencia a la pérdida de un ser querido.
Conclusión
Los efectos del rechazo pueden ser muy dolorosos que conviene solucionar. Es conveniente conocer cuál ha sido la causa primera y trabajar para poder sanarla poco a poco. La idea es que sea mucho más fácil sobreponerse a aquellos avatares de la vida. Esto te permitirá ser más feliz y conseguir lo que te propongas.
La experiencia de Emocodificación, a través de sus sesiones de coaching y su metodología, te permitirá conocerte mejor y eso te liberará. Te animamos a que nos contactes para saber cómo te podemos ayudar. Hoy no tienes por qué permitir que el pasado te condicione.
Alicia
30/01/2020Desde muy pequeña fui rechazada por mi madre mis hermanos,hay una de mis hermanas que siempre se recuerda haciendo cosas con mis otros hermanos y a mi me tira a matar,ni cuenta que yo estaba,lo que dice era que yo era mala ,y eso le inculcó a sus hijos los cuales siempre tienen esa apreciación los cuales los trato con todo mi amor,me siento que mis parejas ni en cuenta me tiene