La mayoría de los estudios se suelen centrar en los duelos por la pérdida de seres queridos. Si bien es una situación que suele ser importante para el común de las personas, a veces se olvida el llamado duelo en vida. El mundo de los afectos es diverso y, por lo tanto, conviene hacer un análisis más completo de los procesos de duelo. ¿Quieres saber más? Si es así, sigue leyendo…

El duelo en vida, por qué se origina y cómo afrontarlo

Lo primero que has de tener en cuenta es que el duelo en vida se puede dar por varias razones. Las más habituales son una ruptura sentimental, la pérdida de una amistad o el fin de una relación laboral prolongada. En todos estos casos, se experimenta el final de la situación y puede ser de forma dolorosa. Como principio general, el paradigma de Kübler-Ross puede proporcionar claves interesantes, aunque no es el único.

Hay tres consejos que te podemos dar para que superes la fase del duelo con éxito. Consideramos que son útiles y que te pueden ayudar. Son los siguientes:

1. No te juzgues y dale la importancia que merezca

Lo importante, en primer lugar, es que no le quites a la situación la magnitud que tiene. Es habitual que, en un primer momento, queramos negarlo como mecanismo de defensa. Si la experiencia ha generado apego o sentimientos, no tienes por qué rehuirlos. A fin de cuentas, no hay nada de malo en admitir que una persona o una situación te ha marcado en la vida. Este es el primer paso para vivir los duelos.

2. Permítete sentir

Por otra parte, hay que dejar que las emociones fluyan. Es normal que pase un tiempo antes de que puedas recuperar la confianza. No pasa nada, has de dejar que se coloque tu mente de nuevo. Te sentirás mal en algunos momentos, pero es una parte natural del proceso. Esta es la manera de ser cauto en el futuro pero sin cerrarse a nuevas experiencias enriquecedoras.

3. Tómate tu tiempo

Finalmente, y no menos importante, cabría señalar que no hay un periodo fijo para que pase ese duelo. Al igual que con un ser querido, dependerá de lo importante que fuese el vínculo para ti. No te pongas la meta de superarlo en “X” tiempo porque, simplemente, no es realista. Lo mejor es que no te impongas una presión innecesaria.

Conclusión

Los duelos en vida han tenido menos importancia ante un hecho definitivo como es la muerte. De todas formas, esto no implica que no tengan importancia y que no se deban valorar. Al fin y al cabo, la finitud en una amistad, en una relación de pareja o en un trabajo que amábamos es un momento doloroso.

El ser humano es, por sí, un ser social que necesita apegos. Por lo tanto, no ha de extrañar en absoluto que un duelo, aún en vida, sea doloroso. Entender por qué es tan importante y nuestras reacciones nos puede ayudar a que sea menos difícil. En Emocodificación facilitamos sesiones de coaching emocional para que el proceso contribuya a tu crecimiento personal.

 

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