Está comprobado que las rupturas de pareja se suelen concentrar en determinadas épocas del año. Hay muchos divorcios después de las vacaciones, tanto en septiembre como en Semana Santa o Navidad. Indicamos las principales razones y cómo mejorar las relaciones de pareja.

Las causas de los divorcios después de las vacaciones

El primer motivo por el que hay muchos divorcios tras las vacaciones radica en que la convivencia personal es más intensa. No en vano, hay que tener en cuenta que en condiciones normales no pasamos tantas horas al día con nuestra pareja.

Cuando convivimos todos los días y a todas horas, es lógico que tengamos más roces. Si hemos estado evitando una situación conflictiva por no discutir, es posible que esta estalle. Muchas personas optan por un aggiornamento de los conflictos y estos siguen latentes sin solución.

¿Qué es lo que sucede? Que todo el resentimiento acumulado aparece, y lo hace de forma violenta. Como no se ha hablado antes, no hay la relación de confianza para solucionar los conflictos.

La sensación de agotamiento de las parejas se une a que el tiempo de vacaciones se toma como una opción de descanso. Si han quedado cosas pendientes y no se solucionan, es normal que se unan varias circunstancias para el conflicto.

Cómo mejorar tus relaciones de pareja

Antes de nada, hay que dejar clara una cosa. Los divorcios después de las vacaciones son, en ocasiones, la crónica de una muerte anunciada. Si algo no tiene remedio, no hay que retenerlo.

Lo que sí sucede con frecuencia es que las crisis surgen cuando hay tiempo de hablar. A nadie se le escapa que las vacaciones son el momento ideal para que esto suceda. Hay dos aspectos que has de tener en cuenta y aprovecharlos para poder mejorar en tu día a día en la relación:

1. No renuncies a comunicarte con tu pareja. Si consideras que hay algo importante que hablar, no te dediques a procrastinar. Al final, esta situación puede acabar estallando. Hablar las cosas cuando corresponde es la mejor manera de evitar que haya resentimiento.

2. Si discutís, daos espacio para expresar vuestras emociones. Las personas que discuten después de no hacerlo por no desagradar pueden ser algo bruscas en las formas, pero eso no significa que no haya respeto. Lo importante es entender qué hay detrás del problema y cuáles son las responsabilidades de cada parte.

No olvides que cultivar una relación de pareja sana es un trabajo que se hace cada día. Por lo tanto, convendrá que seáis conscientes de esta situación para mejorar.

Conclusión

La mejora de las relaciones de pareja depende de los dos, pero lo cierto es que las vacaciones son una espoleta para que surjan conflictos. Si tienes la intención de crecer y desarrollarte, es bueno que conozcas cuáles son nuestros patrones de conducta. Cada persona es única e irrepetible, y no te ha de extrañar que en ocasiones cambien los esquemas. En Emocodificación te podemos ayudar a que tomes consciencia de las situaciones para sanar viejas heridas.

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