Los seres queridos son importantes y es normal que mantengamos una relación próxima. El problema está en que, en ocasiones, el exceso de apego puede ser perjudicial. Este artículo te da claves de por qué es conveniente cultivar el desapego. El objetivo, al final, es que seas más feliz.
Razones por las que cultivar el desapego
Hay varios motivos para el cultivo del desapego, tanto para ti como para los demás. Es recomendable tener presente que cada persona reaccionará de forma diferente pero, no por ello hay que prestar menos atención. En cualquier caso, es importante que señalemos que el desapego no se tiene que confundir con abandono. Una persona tiene que estar cuando sea necesario, pero también ha de dejar espacio para que los demás se expresen, crezcan y se equivoquen.
1. Liberación psicológica
Uno de los problemas de las personas apegadas en exceso es que se sienten con obligación de controlar todo. Agotador ¿verdad? Si cultivamos el desapego, nos sentiremos liberados. Es bueno recordar que no todo depende de nosotros. Esta es una de las maneras de no sentirnos cargados y de no acumular un sordo rencor.
2. Tendrás relaciones más sanas
Las personas apegadas suelen tener relaciones algo complicadas. Hay una serie de enganches psicológicos, en ocasiones inconscientes, que las vician. El desapego es una forma de cortar con esas dinámicas que, a la larga, te hacen infeliz. La asertividad te permitirá mantener una relación sana y duradera porque no te sentirás cansado.
3. Suele ser lo mejor para tu ser querido
Las relaciones con un exceso de apego suelen ser insatisfactorias para las dos partes. La dependencia emocional es poco recomendable en adultos pero en niños es muy problemática. En consecuencia, si quieres a una persona, piensa que no lo haces favor enganchándote a ella.
Di “adiós” al sentimiento de culpa
El problema principal asociado al exceso de apego es el sentimiento de culpa. En ocasiones, consideramos que tenemos más obligaciones que las que realmente nos corresponden.
Te vamos a recordar algo: tú no eres responsable de todo lo que sucede a la gente que te rodea. Las personas adultas tienen la obligación de asumir las consecuencias de sus actos y no se tienen que escudar en ti. Es cierto que si tienes hijos pequeños eres tú quien se tiene que ocupar de su bienestar, pero a partir de una cierta edad también se tienen que responsabilidad. Recuerda que cortar con situaciones complicadas es una forma de madurez.
Por lo tanto, deja a un lado el sentimiento de culpa. Actúa desde la conciencia y la responsabilidad; la mayoría de las veces estás acertado en lo que sientes.
Conclusión
Cultivar el desapego es una actitud que nos permitirá ser felices y hacer más felices a quien nos rodea. Es verdad que detrás de ello hay un trabajo de crecimiento personal, pero vale la pena. El resultado, a la larga, es beneficioso.
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