
El tiempo es una variable a la que, cada vez, damos una importancia mayor. Es conveniente que tomemos consciencia porque, hasta el siglo XIX, no se generalizaron los relojes. Hoy el tiempo es oro y, evidentemente, la mayoría de la gente no lo quiere perder. Sin embargo, esa obsesión por el aquí y ahora puede resultar en ocasiones contraproducente. En este artículo te explicaremos cómo tener paciencia para conseguir un objetivo.
La paciencia como elemento para avanzar
En primer lugar, es importante indicar que la paciencia no equivale a procrastinación. Cuando decimos que hay que tener paciencia para conseguir algo, nunca estamos pensando en una actitud pasiva. Más bien, tomamos conciencia de que algunos objetivos llevan un tiempo para que los puedas plasmar. En función del objetivo que desees conseguir, vas a tener que invertir un mínimo de tiempo. Ten presente esta cuestión para que no haya problemas a medio plazo.
En consecuencia, tener paciencia es mejor que hacer algo de manera precipitada porque malgastarías recursos inútilmente. Este es el motivo por el que afirmamos que los grandes objetivos suelen requerir de un tiempo para plasmarse. Ahora bien, ¿cómo distinguimos la paciencia de la procrastinación?
Cómo distinguir la paciencia de la procrastinación
La mente humana es compleja y, en ocasiones, tendemos a autoengañarnos. Por lo tanto, hacer examen de conciencia es importante para no malgastar esos recursos. Ten en cuenta que para conseguir determinados objetivos vas a necesitar tiempo y eso va a ser innegociable.
En primer lugar pregúntate qué puedes hacer por mejorar tu situación. No en vano, perder tiempo por desconocimiento resulta muy poco útil para todo el mundo. Este aspecto es especialmente importante porque, al fin y al cabo, realizar un cálculo racional es la mejor manera de no tener problemas. Si vas a hacer unas oposiciones, es evidente que necesitarás un periodo de preparación previo.
En segundo lugar, plantéate si el trabajo que estás realizando es útil o si se podría dirigir de otra forma. Mucha gente pierde el tiempo pero está sinceramente convencida de que hace cosas… y suele ser verdad. La otra parte de la historia es que trabajar mucho no implica conseguir los objetivos. En ocasiones, se trabaja mal y eso supone no hacer dinero. Por lo tanto, convendría ver si lo que se hace está bien hecho.
Finalmente, y esto es muy importante, deberías fijar un plazo de ejecución de tus objetivos. No en vano, muchas veces hay problemas por no tener esta referencia. De esta forma, no pecarás por exceso ni por defecto.
Conclusión
Por todos estos motivos, esperar y tomarte tu tiempo no es un fracaso si lo sabes gestionar bien y tomas el control. Tener la consideración adecuada de lo que se tarda en conseguir algo es la manera de no cometer errores en el futuro. Te animamos a que, si tienes dudas al respecto, nos vengas a conocer mejor. Estamos seguros de que te podemos ayudar y que puedes sanar heridas del pasado para direccionarte y conseguir tus objetivos.