
Las personas que aprenden a abrirse a recibir tienen más fácil lograr un equilibrio personal. Lo cierto es que muchos no son capaces de disfrutar de todo lo que les puede aportar esta posibilidad. Te damos más detalles de los aspectos que has de tener en cuenta para que tus relaciones sean plenas.
¿Por qué es bueno abrirse a recibir?
El primer axioma que deberíamos tener presente en las relaciones personales es el de reciprocidad. A veces nos olvidamos de que una persona no puede siempre ser la que aporte en las relaciones. Recibir es, en muchos casos, un simple acto de justicia. No se trata de medir milimétricamente cuánto da cada uno, pero sí de que nos compense una relación. Si nunca hay reciprocidad, podemos tener un problema serio.
Otro motivo de abrirse a recibir es que es una forma de que fluya el afecto. Hay personas que desean poder dar a sus seres queridos, pero se encuentran con alguien a quien le cuesta recibir. Cuando esto nos sucede a nosotros, hemos de trabajar esta habilidad. No nos engañemos, si no sabemos recibir es que tenemos un problema que hay que trabajar.
La capacidad de recibir es, pues, fundamental para ser felices. Ejercitarla cuando toca nos servirá para sentirnos mejor y poder afrontar nuevos desafíos.
Cómo ejercitar esta costumbre
Para ejercitar la capacidad de recibir, lo primero es hacernos una pregunta. ¿Doy realmente lo que me corresponde? En caso afirmativo, no habrá problema pero, en caso negativo, hay que plantearse si es por nuestra responsabilidad o por la de otros. Esto es importante porque, en ambos casos, podemos hacer algo para cambiar.
Si hemos establecido un patrón de conducta de relaciones desequilibradas, es importante ponerle fin. Esto supondrá, o bien que se realineen algunas relaciones, o bien que desaparezcan. Si tienes que dejar ir, no te preocupes, era necesario. Lo cierto es que las personas que se abren a recibir están transmitiendo una información positiva. Esto te permitirá que aparezcan en tu vida personas afines y dispuestas a mantener relaciones en pie de igualdad.
Otro aspecto importante está en partir de una base distinta. Cuando eres consciente de que había cosas a mejorar, es normal que quieras iniciar otras relaciones. Si no sabes por dónde empezar, igual te va bien cultivar una afición o abrirte a nuevos grupos. Partir de cero es una oportunidad para mantener el control de la situación desde el primer momento.
Conclusión
El desarrollo personal pasa por saber dar y recibir. No en vano, has de tener presente que los seres humanos somos sociales y que no deberíamos renunciar a sentirnos bien. Esta es, por lo tanto, una parte importante de nuestras vidas que hay que saber cultivar.
Abrirse a recibir es una experiencia muy bonita y tú no deberías renunciar a ella. Dar es muy bonito, sí, pero conviene que haya un cierto equilibrio. Si tienes problemas, en Emocodificación te podemos ayudar. Tomarás consciencia de qué aspectos has de cambiar para sanarlos y serás feliz.