El altruismo es una cualidad personal interesante, pero siempre que esté bien enfocado. Los inconvenientes de dar demasiado existen, y no está de más que los conozcas. ¡Sigue leyendo!
Los inconvenientes de dar demasiado: por qué no es una actitud vital recomendable
Dar y recibir, o un quid pro quo, es necesario para que la sociedad funcione bien. Dicho esto, cuando hay un desequilibrio entre lo que se da y lo que se recibe, y eso va en nuestra contra, puede generar algunos problemas.
Cierto es que no todas las personas funcionan bajo esta premisa. Hay quien encuentra un sentido vital en darse a los demás, y no es nuestra intención criticar esta postura. Lo que queremos señalar es que la mayoría de las personas necesitan una reciprocidad.
Estos son, pues, los principales inconvenientes de dar demasiado. Toma nota, que es bueno conocerlos:
Generas expectativas en la(s) otra(s) persona(s)
Un inconveniente de dar demasiado, sobre todo si lo has hecho durante mucho tiempo, es que las personas de tu entorno lo van a dar por supuesto. Y esto implica que sentirán que tienes la obligación de actuar así, porque siempre ha sido así. Por lo tanto, es muy probable que no valoren lo que estás haciendo.
Puedes sentir vacío existencial
El vacío existencial es una sensación recurrente en las personas que dan demasiado. Puedes llegar al punto de pensar que no vale la pena dar a los demás, y que tu vida social no tiene sentido. Quizás el problema es que tu vida social no es la adecuada o está mal habituada, pero aquí deberías poner límites.
Es agotador (para la mayoría)
La mayoría de las personas, aunque no lo verbalicen, sí tienen fijado un límite de lo que es razonable. Y cuando ese límite se rebasa, se agotan. Es fácil comprobar que, las personas que dan demasiado, suelen tener problemas de agotamiento físico mayores.
Tendencia a atraer personas dependientes
La tendencia a atraer personas en relación de dependencia es otra de las consecuencias no deseables de dar demasiado. Por lo general, lo que vibramos se traslada a las otras personas, y si vibramos en esta frecuencia, lo normal es que se nos acerquen personas con problemas o con dependencia estructural. No hablamos de aquellas situaciones sobrevenidas que trae la vida, pero sí de elementos puntuales.
Falta de autoestima
La falta de autoestima es otro de los puntos que hay que tener presentes. Lo cierto es que esta puede ser una causa de dar demasiado, pero también una consecuencia. En cualquier caso, las personas que actúan de esta forma desde el ego suelen tener problemas de este tipo.
Relaciones dependientes
La dinámica de dar más de lo debido acaba generando relaciones dependientes. Y es importante remarcar que esto sucede en todos los ámbitos, ya sea en la familia, en las amistades o en la pareja. Esto es malo sobre todo para ti, pero también a la larga para quien te rodea.
Dificultad de salir de ese patrón
Las dificultades para salir de este patrón son otro de los elementos que has de tener presentes. La realidad es que entrar en este círculo es fácil porque muchas veces es inconsciente, pero salir es difícil por los automatismos creados. Cuanto más tiempo pase, más difícil será salir.
Conclusión
Los inconvenientes de dar demasiado son varios y por eso te conviene saber marcar límites. ¿Te cuesta? ¿Tienes algún automatismo que te impide tomar el control? En Emocodificación te puedo ayudar a hacer el cambio. ¡Contáctame!