Los duelos pueden deberse a varios motivos, desde la pérdida de un ser querido a una relación de pareja, amistad de muchos años o trabajo. Queremos indicarte de qué manera puedes gestionar los duelos para salir fortalecido de la situación.
Las formas de gestionar los duelos
La gestión de un duelo requiere de un tiempo que dependerá de cada persona. Es importante, sin embargo, que partas de una base: no hay que negar la situación. Si te encuentras mal, conviene que seas consciente de ello para fluir.
Hay que señalar, sin embargo, que hay unas fases por las que puedes pasar. El modelo Kübler-Ross, el más conocido, se utiliza como paradigma, pero no todas las personas pasan por las mismas fases, en el mismo orden ni tardan el mismo tiempo en superarlas. Por lo tanto, haz caso a esto solo si crees que te puede resultar útil; de lo contrario, no le des vueltas.
Las siguientes fases son las que Kübler-Ross enumeró en su día y que te conviene conocer:
1. Negación
La negación es el primer reflejo cognitivo y, a veces, responde a un estado de shock. En este momento, la persona no es consciente de la pérdida o no la acepta. Es conveniente que dejes pasar el tiempo que sea necesario antes de somatizar la situación.
2. Ira
La ira es la búsqueda de responsables por lo que ha sucedido, por lo general externos. Ojo, esto no significa que no haya que depurar responsabilidades si eso procede. Ahora bien, lo que conviene es que dejes pasar el tiempo necesario para que cualquier decisión se tome en frío.
3. Negociación
La negociación suele ir tras la ira, pero puede ser anterior, según la persona. En este momento, la persona que ha sufrido la pérdida busca algún tipo de transacción o acuerdo para pensar que todo va a seguir igual. Hay que señalar que, para algunas personas, y en función de sus creencias, esa transacción puede ser un tipo de consuelo.
4. Depresión
La depresión es la toma de consciencia de la pérdida y de que esta es irreversible. Esto viene ligado indefectiblemente a una tristeza o depresión, más o menos duradera en función de la persona. Hay personas a las que la tristeza les dura unos días, sobre todo si la pérdida era esperada, y otras a las que le puede durar varios meses.
En cualquier caso, sí es importante señalar una pauta, y es que, si esa tristeza va acompañada de un aislamiento social prolongado, hay que pedir ayuda.
5. Aceptación
La aceptación supone la asimilación definitiva de la pérdida y la atemperación paulatina del sentimiento de tristeza. Aunque el recuerdo no tiene por qué desaparecer, este está integrado y no impide a la persona vivir. En el ámbito psicológico y emocional, esto implica una gestión del duelo correcta.
Conclusión
La capacidad de gestionar tus duelos y reconocer qué te pasa es fundamental para que no pierdas el tiempo. En Emocodificación te ayudamos a través de nuestras sesiones a empoderarte y sanar tus heridas.