Las personas que hacen de esponjas emocionales son buenas para los demás, pero no tanto para sí. ¿Quieres saber si tú eres una de ellas? Sigue leyendo, esto te interesará. 

Las características de las personas que hacen de esponjas emocionales

Es importante señalar que hay características de estas personas que, con moderación, son positivas. La empatía en su justa proporción es buena, así como el apego y la responsabilidad. Ahora bien, en este caso de lo que tenemos que hablar es de una falta de medida.

Los motivos que pueden originar esta situación son múltiples. En algunos casos, hay una predisposición natural a actuar así; otras veces, hay una programación inconsciente que nos han transmitido y que nos hace sentir que tenemos la “obligación” de actuar así, aunque seamos infelices.

Sea como fuere, aquí nos vamos a centrar en los tres principales rasgos de estas personas. Son los siguientes:

1. Son personas empáticas

Una persona esponja es, por definición empática, porque tiene la capacidad de captar el sufrimiento y sentimientos de los demás. En muchos casos, esto va más allá de sus interacciones directas, porque también la desarrolla con el entorno. Estamos, pues, ante una capacidad de absorción enorme, de ahí que se utilice la terminología “esponja”.

La empatía es buena porque te permite llegar a los demás. El problema está cuando se convierte en una cualidad limitante. Por desgracia, un exceso de empatía puede bloquearte.

2. Les cuesta practicar el desapego

Uno de los problemas de estas personas es la de que no pueden practicar el desapego o les cuesta mucho. Esto hace que, en ocasiones, se encuentren en relaciones o entornos personales y profesionales tóxicos que no desean. Y como no han cortado a tiempo, la bola se les va haciendo más grande. Es por eso que convendrá poner límites.

El desapego, dentro de lo razonable, se tiene que practicar a todos los niveles. Sirve para las amistades, el trabajo y la familia. No en vano, lo que se busca es la moderación. 

3. Tienen un sentido exagerado de la responsabilidad

La responsabilidad es uno de los elementos clave de estas personas. Por lo general, son muy responsables… tanto que asumen lo suyo y lo de los demás. Lo que sucede, a la larga, es que se sentirán cansadas y, si no cambian este patrón, evitarán la interacción con los demás. Las personas muy sensibles tienden a ser solitarias por elección.

La responsabilidad es vista de forma positiva por los demás, porque hace ser confiable. Ahora bien, no estaría de más que supieras claramente hasta dónde llega esta para no engañarte.

Conclusión

Las esponjas emocionales son personas que tienen que cultivar el desapego y delimitar claramente qué es lo que les corresponde a ellas. Solo así lograrán ser felices a largo plazo y notarán la diferencia en sus relaciones.

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