Recibir disculpas es una necesidad natural que tenemos cuando consideramos que nos han ofendido. Ahora bien, cómo reaccionamos si no las recibimos es otro cantar. Aquí hablamos con detalle sobre esta cuestión.
Por qué necesitamos disculpas y cómo reaccionamos si estas no llegan
Cuando recibimos una ofensa o un agravio, exigimos una reparación. Esta será mayor cuanto más grande sea lo que consideramos que nos han hecho. La disculpa es la opción cuando el agravio es leve, mientras que la ruptura de relaciones o las acciones judiciales se reservan para los casos graves.
Lo que sucede es que a veces esperamos una reacción de otra persona y esta no se da. Y, para qué nos vamos a engañar, eso nos genera rabia. Si la persona es cercana, esa rabia aumentará exponencialmente. Los motivos por los que no recibimos esta disculpa son varios y, en este caso, las reacciones tendrían que ser distintas:
La otra persona considera que no ha hecho nada malo
Este es un supuesto muy común. La otra persona cree que su acción no ha sido un agravio. En este caso, lo primero que te recomendamos es que te pares y pienses en frío si tiene razón. Ahora bien, si concluyes que no, deberías actuar en consecuencia en tu relación con él.
Las buenas amistades o relaciones de pareja se basan en la honestidad a largo plazo. Y es perfectamente posible que te moleste algo de lo que te digan sin que eso suponga un drama. La pregunta es si la otra parte hace un juicio justo y constructivo.
Falta de consciencia de la otra persona
Es posible que la otra persona actúe de buena fe y no sea consciente de que te ha molestado. Este sería el clásico malentendido pero, no nos engañemos, muy frecuente. ¿Qué hay que hacer en este caso? Mirar la situación de frente y hablar con la otra persona. Esta es la mejor manera de evitar que la situación se enquiste y que crezca el rencor.
Las personas somos imperfectas y podemos hacer daño sin pretenderlo. Sería una pena echar por tierra una relación por falta de comunicación, ¿verdad? Es bueno que te arriesgues y que quieras hablar estas cuestiones.
Narcisismo puro y duro
El narcisismo es altamente peligroso porque implica la imposibilidad de que la persona reconozca que se ha equivocado. Piensan que son Emperadores y que el mundo gira a su alrededor. Este tipo de relaciones son tóxicas de por sí. Por lo tanto, si no te pide disculpas corta y agradece que esa persona salga de tu vida.
Te sorprenderá ver hasta qué punto muchas personas son incapaces de reconocer que se equivocan por puro orgullo. Esta tendencia es poco recomendable e impide tener una relación en plano de igualdad.
Conclusión
Las disculpas son necesarias en muchos casos, pero no siempre podemos esperar que lleguen. ¿Te resulta difícil gestionar estas emociones? ¿Tienes interés en saber qué se gatilla en estos casos? La Sesión Online de Emocodificación te ayuda a sanar viejas heridas.