La amistad es para mí un sentimiento hacia otra persona, generalmente correspondido, y que implica la preocupación por el bienestar de esta. Por supuesto, puede tener grados diferentes de implicación, pero en todo caso sí te vamos a dar unas pautas para que sepas si esa persona que consideras amiga realmente lo es.
En primer lugar, pregúntate si tu amigo se alegra de verdad cuando las cosas te van bien. En mi vida he detectado un tufillo que no me gustaba consistente en que personas que consideraba amigas me hacían comentarios sobre mi relación con otros o posición que denotaban pesar porque yo estuviese bien. Si notas esto, te aconsejo que lo hables con claridad o te vayas distanciando porque, de lo contrario, se va a ir larvando un rencor que envenenará la relación y os acabaréis detestando.
En segundo lugar, fíjate si, cuando estás mal, tu amigo se preocupa por tu bienestar con periodicidad si has pasado por un mal momento. Esto no implica que la persona no ponga límites ni deje de decir lo que piensa, pero si ves que ha estado a las maduras, pero no a las duras, ya sabes perfectamente que la relación no puede ser muy profunda a nivel psicológico y emocional. En este caso, podrás mantener conversaciones banales o incluso especializadas en algún tema, pero lo mejor es que las circunscribas al ámbito de lo social y no pases a cuestiones más personales.
En tercer lugar, es importante saber si la amistad de esta persona es desinteresada o si, por el contrario, tu “amigo” solo se pone en contacto contigo cuando espera conseguir algún tipo de beneficio tangible inmediato, como puede ser un contacto para buscar trabajo o, más raramente, dinero contante y sonante. El amigo que aparece de vez en cuando para pedir algo es una especie en retroceso porque no suele tener una respuesta continuada, pero aún nos podemos encontrar este caso de vez en cuando, en especial si esta relación se ha movido en las fronteras entre la amistad íntima y el contacto social durante un periodo de tiempo prolongado.
No hay que sentir vergüenza por haberse visto en estas situaciones alguna vez, porque es normal. Ahora bien, saber detectar estos tics va a servir para que no perdamos nuestro tiempo innecesariamente y poner límites que impidan un sufrimiento innecesario. También podemos decir, por el contrario, que una persona que supere satisfactoriamente estas pruebas son una buena señal de que las relaciones sociales que mantenemos son sanas y positivas para nuestra evolución personal.