
Los niños hoy realizan varias actividades, desde la escuela a clases particulares o deportes. No hay duda de que el objetivo de los padres es conseguir que estos tengan una inserción laboral más sencilla. Ahora bien, es importante señalar que una sobrecarga de actividades puede resultar contraproducente. El artículo te explicará por qué es conveniente dejar espacio a los niños para que estos disfruten de esta etapa vital.
El riesgo de no dejar espacio a los niños
Es cierto que los más pequeños tienen la capacidad de absorber conocimientos con más facilidad. Este es el motivo por el que se les apunta a más actividades o incluso a aprender idiomas. Como principio general, esa plasticidad cerebral va a contribuir a mejorar en el futuro.
Lo que sucede, y conviene tenerlo en cuenta, es que los niños también pueden experimentar niveles de ansiedad y estrés impropios de su edad. Si esto sucede, las acciones que estamos realizando pueden ser contraproducentes. No conviene que un niño se agobie más de lo justo y necesario para no estar siempre en su zona de confort. Cuando vivimos en una sociedad que exige a los niños casi como fuesen adultos, es que tenemos un problema.
En realidad, la solución a este problema es relativamente sencilla: dejar a los niños que sean niños. Como padre o madre tienes que dar especial importancia a que el punto de actividades que realizan tus hijos no sea excesivo. Los más pequeños necesitan divertirse, jugar y plantear el aprendizaje como algo divertido. Esta es la manera de que sean más felices hoy y que mañana sean personas asertivas y seguras.
Cómo ayudar mejor a nuestros hijos
Lo primero que has de tener en cuenta es que darse cuenta del problema es el primer paso para solucionarlo. Como principio general, es conveniente que tomes decisiones para conseguir el equilibrio entre responsabilidad y ocio.
La asunción de responsabilidades ha de ser gradual y progresiva. No tiene sentido pedirle a un niño de 5 años lo mismo que a uno de 10. Por otra parte, es importante que hagas un seguimiento a la situación escolar. Solo si a tu hijo le va bien podrás apuntar a tu hijo a otras actividades de esfuerzo.
En realidad, la mayoría de las situaciones tienen una solución hablando. Es bueno que tengas en cuenta este aspecto para que, a la larga, no haya problemas.
Conclusión
El trabajo de ser padres es en ocasiones complicado, pero podemos hacer mucho por ayudar a que nuestros hijos sean más felices. Dejar espacio a los niños, siempre que sea desde el cuidado y la atención, es positivo.
Los padres a veces repetimos patrones de conducta aprendidos o, por no querer reproducirlos, somos más exigentes o sobreprotectores. La inmensa mayoría de las veces estas cuestiones vienen del amor que sentimos por los hijos. Eso sí, conviene que le des una vuelta para que resulte más fácil tomar decisiones.
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