Los conflictos con los hijos son una situación recurrente a partir de una determinada edad. Ahora bien, te interesará saber qué puedes hacer para minimizar los problemas. La realidad es que podemos trabajar estas cuestiones para que no haya problemas. No en vano, las relaciones entre padres e hijos son dinámicas y cambian con los años. Te damos más detalles acerca de la manera de gestionar estas situaciones.

Los conflictos con los hijos: cómo se gestionan en cualquier momento

En primer lugar, conviene tener en cuenta que los conflictos paternofiliales se pueden dar en varios momentos. La cuestión está en saber cómo tratar estas situaciones en cada momento para ayudar a quien quieres.

Niñez

Por ejemplo, durante la niñez los conflictos paternofiliales se resuelven con el argumento de autoridad. No hay que utilizar nunca la violencia, pero en esta etapa de la vida es fundamental poner límites.  El niño al que se le permite todo es un adulto engreído y egoísta y conviene evitar que esto te pase a ti.

Adolescencia

La adolescencia es una etapa crítica porque implica que el argumento de autoridad se tambalea. Llegados a este punto, hay que combinar autoridad con persuasión. Es cierto que cuando tu hijo cumpla la mayoría de edad no va a estar de acuerdo con todo lo que hagas, pero es fundamental que te respete. Casos como la restricción del teléfono móvil o de las salidas son paradigmáticos.

Edad adulta

Finalmente, durante la edad adulta este tipo de conflictos se tienen que gestionar desde el respeto a la autonomía personal. Los hijos son mayores y tienen todo el derecho a equivocarse, siempre que gestionen la vida de forma autónoma. Tener en cuenta este aspecto es fundamental para evitar malos entendidos.

Gran parte de los conflictos con los hijos se originan, precisamente, por falta de adecuación a roles. No puedes tratar por igual a un niño que a un adulto. Lo que sucede es que, para los padres, su hijo siempre será “su niño” aunque tenga 40 años. Ser conscientes de la situación del momento os ahorrará muchos problemas.

Es bueno que conozcas cada etapa vital para tomar decisiones maduras y racionales. A la larga, esto será bueno para fortalecer vuestra relación.

Conclusión

Los conflictos se pueden tratar desde la empatía y el amor. Lo que es importante es que los hijos hagan de hijos y los padres de padres. La falta de adecuación a las situaciones suele traer problemas y hoy podemos tomar consciencia para solucionar estas situaciones. Los padres tienen que conocer las distintas situaciones para ir un paso por delante y ayudar en la crianza de los hijos. Por otra parte, los hijos adultos han de ser conscientes de que no pueden exigir a sus padres a partir de un determinado momento.

En Emocodificación damos soluciones para que puedas tomar consciencia de tus problemas. Estamos convencidos de que conseguirás todo lo que te propongas en cada momento para mejorar. Te animamos a que nos contactes para conocer todo lo que podemos hacer por ti.

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