Aunque los seres humanos tenemos la capacidad de asumir nuevos retos de forma acumulativa, un lugar común es que mucha gente se compromete con cuestiones que, posteriormente, no es capaz de cumplir. Este es el dicho de que “Quien mucho abarca, poco aprieta” El problema es que, en muchos casos, no se trata de una cuestión de ineptitud, lo que supone un doble obstáculo.

Normalmente, somos capaces de hacer una, dos o, como mucho, tres cosas a la vez en las que fijemos nuestra atención. En consecuencia, es importante tener en cuenta este aspecto para no malgastar energía que, después, nos cuesta recuperar. ¿Qué podemos hacer, entonces? Aquí te proponemos dos alternativas interesantes que puedes aplicar desde ya.

1. En primer lugar, adaptar tus esfuerzos enumerando una lista de objetivos que te servirá para saber qué quieres realmente conseguir y no dispersarte. Como principio general, te recomendamos que los ordenes por orden de prioridad y por el tiempo que le vas a dedicar. Los planificadores pueden cumplir esa función, si se adaptan a lo que necesitas.

2. Si tienes claro qué objetivo quieres alcanzar, no es necesario que pierdas más tiempo. Céntrate en su consecución y evita que la mente se te vaya a otro lugar. En este caso, las técnicas de mindfulness pueden ser muy útiles y te ayudarán a mejorar en tu día a día. Una vez que te centres en tu meta, notarás cómo, poco a poco, mejorarás tu rendimiento diario en el trabajo y en los estudios.

Antes de nada, es importante decir una cosa: la inmensa mayoría de las personas tendemos a la dispersión porque, a fin de cuentas, nos gusta la expansión. Cuando éramos pequeños nos gustaba hacer lo que nos apetecía y cuando nos apetecía pero, precisamente, una de las condiciones del tránsito a la madurez es hacer estas renuncias de vez en cuando. Aunque hay seres metódicos, estos son los menos y, aun así, tienen que obligarse a seguir determinadas pautas para no tener problemas. En consecuencia, has de tener en cuenta que el trabajo de establecer prioridades y conseguirlas tienes que hacerlo fundamentalmente tú.

Sí es cierto, no obstante, que esa tendencia a la dispersión se puede agravar en los casos de depresión o de bloqueos emocionales. Cuando esto sucede, es común que la persona tenga que poner una gran cantidad de energía para conseguir unos objetivos que, además, no se cumplen. En estos casos, contar con una ayuda profesional puede ser positivo para superar impedimentos que bloquean nuestros avances en el trabajo, la formación o nuestras relaciones personales. No hay que olvidar que, a la hora de la verdad, esta circunstancia es problemática, pero puede originarse por un sinfín de causas.

En Emocodificación y Sanación Genética te ayudamos a encontrar la causa de tu bloqueo para que la sanes. De esta forma, conseguirás mejorar tu calidad de vida y lograr aquello que te propongas. Contacta con nosotros y te explicaremos cómo trabajamos y la forma en la que te podemos ayudar. Seguro que notarás la diferencia.

Por 2 Comments 28/06/2018

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