
En este espacio hemos hablado en varias ocasiones de los conceptos de regeneración, oportunidad o aprendizaje. Vamos a intentar, en este caso, explicar mejor en qué consiste la regeneración y en qué nos ayuda en nuestro proceso de crecimiento personal. Aprovecharemos para diferenciarla de lo que es un cambio gradual e indicaremos cómo puedes tomar decisiones en un determinado momento que te beneficien.
Antes de nada, hay que recordar que la idea de regeneración tiene mucho que ver con renacer o volver a ser y podemos hacer un símil con el cambio de piel de determinadas especies animales. Por lo tanto, no se trata tanto de un cambio evolutivo que es gradual, sino más bien de un cambio de piel que te permite afrontar los desafíos del día a día con garantías de éxito. Entender la diferencia es fundamental para no cometer errores y, sobre todo, para interiorizar las ventajas que te puede ofrecer este proceso, aunque no te negaremos que es doloroso en ocasiones.
La regeneración, pues, es una oportunidad de crecimiento personal y nos lleva a ello, siempre y cuando sea real. Por desgracia, y aunque te pueden ayudar, tomar consciencia de qué es regeneración y qué es autoengaño es algo que dependerá fundamentalmente de ti. Por mi experiencia personal, la regeneración suele ser la consecuencia de que la persona necesita un cambio radical en sus hábitos o relaciones que había pospuesto hasta que, simplemente, ya no es viable seguir viviendo en la misma zona de confort.
Por lo tanto, y en esto sí hay que ser claros, una regeneración será siempre una oportunidad de crecimiento personal y lo normal es que efectivamente lo sea. Una persona que cambia de piel cambia también su orden de prioridades, probablemente no se relacione como antes y tendrá una serie de hábitos más positivos para su vida diaria.
El crecimiento gradual tiene como diferencia que aunque haya cuestiones que cambiar, el estado base es correcto y, más allá de los biorritmos puntuales o de los imponderables que tiene la vida, la persona cuenta con unos hábitos vitales saludables que hay que tener en cuenta. Por lo tanto, no hay tanto un cambio de piel como una adaptación al medio y, por lo tanto, los procesos de cambio son menos dolorosos.
A mucha gente le cuesta diferenciar entre ambas situaciones y, en una suerte de ley del péndulo, se puede ver en situaciones en las que tiene que tomar decisiones radicales que, a veces, no resultan beneficiosas. Es cierto que las personas aprendemos a base de equivocarnos, mas también lo es que, a partir de un cierto momento de la vida, lo preferible es que el sufrimiento que pasamos sea el justo.
En Emocodificación y Sanación Genética te podemos echar una mano si estás en un momento de confusión existencial para que tomes decisiones y sepas cuál es el camino que tienes que seguir en tu vida. Estamos a tu disposición para ayudarte si es necesario.